México, Trajín, 2017
“Huellas de sombra es un poemario que posee tres vertientes y tres poemas finales a manera de epílogo. Canto y música caracterizan sus páginas, musicalidad que resulta de los versos cuidados del poeta gracias a su conocimiento de la métrica, en especial de los endecasílabos, los versos alejandrinos y la atinada combinación de ritmos que hacen de la poesía música de las palabras y del poema una partitura de resonancias.
En la primera vertiente de estas páginas, con una mirada sutil y delicada, Fernando habla del amor. La naturaleza se fusiona con el cuerpo de la mujer amada y entre bruma, niebla y silencio, rostro y boca se convierten en viento y alas, y el cabello en torrente, ventisca, hojarasca y marea. La pluma se desliza, contempla y alaba la belleza clásica que se suma a una pasión que cabalga hasta maldecir la imposibilidad del atrevimiento. Si, a maldecir aquellos besos que se ahogaron en los labios y las caricias no dadas que incendiaron las manos. Pero también se bendicen los jardines del infierno, del tormento, del descenso, y ese fuego que se queda pendiente y sin remedio convertido en la tristeza del amor que calla.
La segunda vertiente de este libro atraviesa la vida. Desde la muerte irremediable, y tal vez inoportuna, hasta los porqués del trayecto que no tienen respuesta. Los poemas recorren la estadía en el tiempo que nos toca. Y mientras se espera la partida, el poeta camina, deja huellas entre el vaivén pendular de las pisadas, asiste a los banquetes y convivios, comprende que sólo tenemos una vida entre las manos y que inexorablemente todo desemboca en la soledad en la que se nace y muere. Soledad que se acompaña de sí misma y con todos compartimos, pero que busca compañía para llenar nuestro vacío y dejar de estar tan de soledad despoblados.
La tercera vertiente es un canto a los orígenes donde el poeta crece y aprende con el ejemplo de su madre, de su padre y de su abuelo.
Los tres poemas finales son una especie de epílogo de este camino del amor, de la vida y de aquella muerte que nos espera, único destino veraz de nuestras huellas. El viaje, los sueños y el destino son las fuerzas que nos empujan al camino. No importa la llegada, importan los pasos, esas Huellas de sombra con las que Fernando nos invita a recorrer las hojas de este libro”
Andrea Montiel.